miércoles, 2 de septiembre de 2009

EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO. Por Carlos Diviesti.
esquinapeligrosa.blogspot.com

Si UN HUECO es una pieza profunda es porque su planteo es muy simple. Maxi, Lucas y Huguito no tienen horizonte al que perseguir y los descubrimientos que hacen de la vida ya dejaron de sorprenderlos; el estado de las cosas es tan filoso que los parte al medio, y en ese sentido escaparse no los lleva a ningún lado, como le ocurre a cualquiera de nosotros todos los días. El gran mérito tanto del texto como del espectáculo es que Juan Pablo Gómez utiliza recursos del realismo no para hallar la verdad sino para recrear un verosímil, y encontrar humor en el dolor u hondura en la superficie es porque en todo momento Gómez se preocupó por hacer de UN HUECO un espectáculo afectuoso. No es un dato menor este. UN HUECO cabe en la palma de la mano...
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